Arnold Schoenberg le llamó "Brahms el progresista". Si bien el lenguaje musical y el cosmos formal de Johannes Brahms estaban profundamente arraigados en el pasado, al hurgar en la música de Bach y Beethoven hizo surgir telas compositivas de una ajustada perfección que apuntaban lejos hacia el futuro.
Sin embargo, a lo largo de los años de interpretaciones en continua evolución, la obra de Brahms ha adquirido una pesadez inapropiada, más propensa a ocultar el tejido de su música que a desvelar las sutiles complejidades de sus "variaciones en desarrollo", por citar el término de Schoenberg para su método compositivo. András Schiff subraya precisamente este punto en su nueva grabación de los dos conciertos para piano con la Orchestra of the Age of Enlightenment.
Estos desarrollos, hay que decirlo, también están relacionados con las cambiantes condiciones de interpretación y las transformaciones de la sociedad. Pero no siempre es fácil decir dónde empezó la cadena causal. Lo que sí es cierto es que el crecimiento de un público global para la música -con el correspondiente aumento de los niveles de volumen, salas de conciertos más grandes y conjuntos cada vez más masivos e instrumentos más robustos- ha llevado a una imagen distorsionada de Brahms que pide a gritos una corrección. Después de todo, como dice Schiff, la música de Brahms es "transparente, sensible, diferenciada y matizada en su dinámica".
Sin embargo, para sacar esto a la luz, debemos recordar las condiciones de interpretación de la época de Brahms y reconstruirlas lo mejor posible. La Orquesta de la Corte de Meiningen, una de las orquestas europeas más progresistas y aclamadas de la época, y la favorita personal de Brahms (la dirigió en el estreno de su Cuarta Sinfonía en 1885), estaba formada en ocasiones por no más de 49 músicos con nueve primeros violines. Además, los pianos que prefería, construidos principalmente por las firmas Streicher, Bösendorfer y Blüthner, eran más límpidos en su sonido, más ricos en sobretonos, y respondían a un toque más ligero.
András Schiff ya recurrió a los instrumentos de época en algunas de sus primeras grabaciones para la New Series de ECM, incluyendo sus dos álbumes dobles con obras pianísticas tardías de Schubert, para las que utilizó un fortepiano construido por Franz Brodmann en 1820. En su doble álbum con las Variaciones Diabelli de Beethoven había utilizado el mismo instrumento, contrastando esta versión con una lectura de la misma obra en un piano de cola Bechstein de 1921.
Ahora Sir András ha elegido la Orquesta del Siglo de las Luces, sin director, con sus instrumentos de época, para su grabación de los dos conciertos de Brahms. Y toca un piano de cola histórico construido por la empresa de Leipzig Julius Blüthner en 1859. El resultado es nada menos que un intento de "recrear y restaurar las obras, de limpiar la música y liberarla del peso de las marcas -a menudo cuestionables- de la tradición interpretativa".
A veces, las grabaciones adquieren la calidad de la música de cámara, como resulta especialmente revelador en los dos últimos movimientos del Concierto en si bemol mayor (op. 83). El resultado es una interpretación que se aproxima al carácter original del sonido, revelando aquellas capas de las obras que enfatizan el diálogo entre el solista y la orquesta, y disipando la idea preconcebida de que el Segundo Concierto es una "sinfonía con obbligato de piano".
Nacido en Budapest en 1953, Sir András Schiff ha grabado para la New Series de ECM desde finales de los 90. Además de su aclamada grabación completa de las 32 sonatas para piano de Beethoven y las Variaciones Diabelli, las Variaciones Goldberg de Bach y el Clave bien temperado, sus lanzamientos para ECM incluyen sonatas y piezas para piano de Schubert en un histórico hammerklavier, obras de Schumann, Janáček y Jörg Widmann, y canciones de Debussy y Mozart con Juliane Banse.
La Orchestra of the Age of Enlightenment se fundó en 1986. Fiel a su nombre, se dedica principalmente a la música del Siglo de las Luces. Toca con los llamados "instrumentos de época" construidos en el momento en que se compuso la música. Sus 50 músicos suelen tocar sin director.
Piano Concertos
Johannes Brahms
András Schiff, piano
Orchestra of the Age of Enlightenment
Concerto for Piano and Orchestra Nº1 in D Minor. Op.15
Maestoso
Adagio
Rondo. Allegro non troppo
Concerto for Piano and Orchestra Nº2 in B-Flaty Major, Op.83
Allegro non troppo
Allegro appasionato
Andante
Allegretto grazioso
Fuente: Nota de prensa de ECM Records