jueves, 16 de noviembre de 2023

Spain on fire // Fahmi Alqhai

On fire by Luis Olle 

La España del siglo XVII, y particularmente la Sevilla del momento y su puerto de Indias, fueron paradigma de la hoy llamada diversidad, con su contracara de desigualdad. En ellas se mezclaron, juntas y revueltas, la pobreza más lacerante con el despilfarro exhibicionista del oro de América, la brillantez intelectual con la ignorancia más oscura, el puritanismo moral con la depravación, la más ingenua bondad con la crueldad cotidiana.

De ese picadillo de ideas y personas emergió una era dorada de las artes y las letras, bien reconocida hoy en pintura o literatura, pero menos en el campo de la música. Lo cierto es que esta disfrutó de una riqueza de estilos y géneros deslumbrante y rara vez repetida. Como momento importante de la vida cotidiana de todas las clases sociales, desde la alta aristocracia y el clero más privilegiado hasta la pequeña burguesía urbana, el incipiente proletariado o los no pocos esclavos, la música del siglo nos ha dejado testimonios de sus muy diversos estilos: la vieja polifonía policoral en las iglesias, los tonos humanos en los palacios, las zarzuelas en los teatros, la guitarra de moda en los hogares y las barberías...

La cúspide de esa pirámide social, la Corona, había adoptado casi como himno nacional el Pange Lingua ‘More Hispano’, o sea, la versión española del viejo himno gregoriano: omnipresente en celebraciones solemnes desde la Península a los virreinatos americanos, fue versionado por los compositores más ilustres de la corte. Pero en el otro extremo, en la base de esa pirámide, mandaban las danzas, muchas danzas, dispuestas a subir por el ascensor social mucho más rápido que las personas. Procedentes muchas de ellas de las colonias americanas, solían desembarcar de manos de los esclavos, que se solazaban con ellas en las juergas nocturnas que, para escándalo de los moralistas de la época, se toleraban en barrios como el de San Bartolomé de Sevilla, ya entonces multirracial. Lascivos bailes que parece que el demonio los ha sacado del infierno, en palabras de Rodrigo Caro (1626), zarabandas, pasacalles, chaconas y otra gran tropa de este género pasaron pronto de las calles a los libros de guitarra y los entreactos teatrales, y de ahí a los salones de la aristocracia.

Sus ritmos cruzaban el compás binario y el ternario de una forma muy flamenca, y su estructura musical solía consistir en breves ruedas de acordes repetidas hasta el infinito, sobre las que se organizaban variaciones melódicas: una sencilla forma de origen improvisatorio aún hoy en uso en el blues o las seguiriyas. Esas danzas, acompañadas por la emergente guitarra como instrumento de moda, formaron una sólida base para el acervo folklórico español que hoy conocemos, y fueron copiadas por una Europa que miraba a España con mezcla de rechazo y fascinación por su exotismo: el fuego español prendió en la mismísima corte de Versalles a través de la moda à l’espagnole, instalada en la corte francesa gracias a personajes como Luis de Briceño, y los acordes y ritmos hispanos pusieron así el fundamento de lo que conocemos como música barroca. A través de ellos y de apasionadas canciones de amor podremos hoy disfrutar del testimonio de esa época dura, en la que había que vivir rápida e intensamente para ganar la partida a la muerte, consumiendo el fuego vital a la velocidad de una estrella fugaz.

Juan Ramón Lara

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Spain on fire
Pasiones humanas y divinas del Barroco español

Fahmi Alqhai, viola da gamba & dirección musical
Quiteria Muñoz, soprano

Accademia del Piacere 
Johanna Rose, viola da gamba
Rami Alqhai, viola da gamba bajo
Javier Núñez, clave
Carles Blanch, guitarra barroca
Agustín Diassera, percusión


PROGRAMA

Himno Pange Lingua More Hispano y su glosa
Himno anónimo gregoriano & Glosas de Antonio de Cabezón (1510-1566) y Fahmi Alqhai

San Sabeya, gugurumbé
Mateo Flecha (1481-1553)

Glosa en canon sobre el bajo del pasacalle
Fahmi Alqhai

La bella Çelia que adora
Luis de Briceño (fl. 1610-1630)

Glosa e improvisación sobre Conde Claros
Fahmi Alqhai

Yo soy la locura
Henry de Bailly (1590-1637)

Pasacalles
Antonio Martín i Coll (ca. 1660-ca. 1734)

No piense Menguilla
José Marín (1618-1699)

Ciaccona a tre
Andrea Falconieri (ca. 1586-1656)

Niña, como en tus mudanzas
José Marín (1618-1699)

Pavana al ayre español
Gaspar Sanz (1640-1710)

Ay, amor loco
Luis de Briceño (fl. 1610-1630)

Diferencias sobre el canto del caballero
Antonio de Cabezón (1510-1566)

Bayle del Gran Duque
Antonio Martín i Coll (ca. 1660-ca. 1734)

Tarantela y canarios
Carles Blanch & Fahmi Alqhai


Fuente: Nota de prensa de Accademia del Piacere